La urgencia del cambio climático, la escasez de recursos naturales y el crecimiento inclusivo de los territorios ponen al desarrollo sostenible en el corazón de los negocios.
La visión de la sostenibilidad urge a las empresas de adoptar un liderazgo gerencial que integre la gestión y comunicación de las variables ambientales y sociales al corazón de los negocios y en la innovación tecnológica. El enfoque abarca emprender negocios de economía circular que mitiguen los efectos del cambio climático y generen valor incluyente, más allá de las contribuciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con metas de regeneración de recursos naturales, tejidos sociales e infraestructura.
El imperativo del desarrollo sostenible
La visión del desarrollo sostenible destaca a los servicios ecosistémicos como fuentes esenciales para cualquier actividad productiva, enfatiza en el acceso a estas fuentes como un principio universal de dignidad, y promueve la precaución como eje fundamental para asegurar la calidad de vida a futuras generaciones.
Hoy en día, el desarrollo sostenible es un imperativo inminente por los riesgos que representen el cambio climático, la escasez de recursos y el deterioro de servicios ecosistémicos.
Por ejemplo, los escenarios de cambio climático proyectan un aumento de la temperatura de entre 1.5 oC – 4oC para el año 2050, con grandes implicaciones en eventos naturales extremos como huracanes, y periodos de lluvia y sequia prolongados. Estos fenómenos naturales proyectan sobrecostos relacionados con la atención de calamidades y pérdidas de producción estimadas en USD 15,000 millones anuales (15% del PIB global) (Fundación Ellen McArthur, 2019). También la escasez de recursos hace crecer los precios de materias primas debido a que el nivel de producción y consumo actual requiere una extracción de recursos que es 1.3 veces mayor a la capacidad de autorecuperación de nuestro planeta (PACE, 2018). Además, las consecuencias de la pandemia COVID-19 estiman un aumento de la pobreza en 9% a nivel mundial y 6.5% en Perú (Banco Mundial, 2020). ¡Son solo unos ejemplos de los grandes riesgos a los que nos enfrentamos hoy!
El aumento de la frecuencia de los calamidades naturales y protestas sociales en los diversos países y regiones del mundo impulsa la consciencia de todos los actores en la sociedad. Las redes sociales resuenan y multiplican la información sobre las olas de crisis que impactan nuestras vidas diarias. Por eso, la sostenibilidad está en la agenda de todas las políticas de gobierno, las estrategias empresariales y los mercados a todo nivel. Es una mega tendencia global inminente que impulsa la transición de nuestra sociedad. La figura 1 presenta las olas de las crisis del momento. ¡Tenemos la opción de aprender a “surfear estas olas o nos hundimos con ellas”!
El desarrollo sostenible y la economía circular
Uno de los modelos alineados con el desarrollo sostenible es la economía circular. La economía circular (EC) surge para transformar la manera como utilizamos los recursos en sistemas de producción y consumo lineales, hacia sistemas circulares.
Cuando hablamos de EC nos referimos a un cambio del sistema económico, en donde la colaboración entre actores es clave ya que se requieren acciones a lo largo de las cadenas de valor productivas. Si bien no existe una definición única de EC5, la definición más concurrente de la economía circular, utilizada en documentos de política pública, es propuesta por Ellen MacArthur Foundation.
Esta definición se basa en tres principios, impulsada por el diseño: (1) eliminar residuos y contaminación, (2) hacer circular productos y materiales (a su máximo valor), y (3) regenerar la naturaleza, y tiene como objetivo mantener los productos, componentes y materiales en su mayor utilidad y valor en todo momento y distingue entre ciclos técnicos y biológicos.
“La economía circular es un marco de soluciones para la transformación de los sistemas que ayuda a hacer frente a retos globales como el cambio climático, la contaminación por plásticos y la emergente crisis de la biodiversidad, al tiempo que crea nuevas oportunidades de crecimiento.”
Bajo esta definición, el modelo de la economía circular está basado cada vez más en energías y materiales renovables, y acelerado por la innovación digital. Es un modelo económico resistente, distribuido, diverso e inclusivo que busca, en última instancia, desacoplar el desarrollo económico global del consumo finito de recursos.
Los proyectos circulares generan un triple resultado en términos de rentabilidad, contribuciones a la prevención de la contaminación y de generación de impactos sociales positivos, a nivel de exclusividad y trabajo equitativo por mencionar algunos.
Iniciativas de la gerencia del desarrollo sostenible
La materialización de la gerencia de sostenibilidad se manifiesta en la integración de criterios, mecanismos y herramientas en la operación, sistemas de gestión de la organización y el entorno.
Las iniciativas de sostenibilidad abarcan diversas dimensiones de la empresa como:
Iniciativas tecnológicas
La sostenibilidad impacta de manera fundamental en los requerimientos de bienes de capital y tecnología. En empresas industriales, generalmente, la principal alternativa para reducir el impacto ambiental y social es la innovación tecnológica y diseño de los proyectos, productos, o servicios. Además, es el ámbito donde la gerencia de sostenibilidad genera valor económico directo a través del uso eficiente de los recursos, la minimización de residuos, la reducción de costos en el manejo de residuos, la reducción de costos de mantenimiento, innovación de procesos y productos.
Ejemplos de iniciativas tecnológicas incluyen mejoramiento de procedimientos existentes en mantenimiento y operación, selección de tecnologías limpias, desarrollo de nuevos modelos de negocio en base de tecnología, inclusión de criterios de sostenibilidad en metodologías de maduración de proyectos de ingeniería.
Iniciativas organizacionales
La gerencia del desarrollo sostenible implica cambios estructurales dentro de las organizaciones, tanto en las actividades y procedimientos operativos, como en la adquisición de nuevas capacidades e incentivos de desempeño en todas las dependencias y departamentos funcionales. Las iniciativas organizacionales involucran la integración de costos ambientales y sociales en los sistemas de contabilidad y financiero, certificación de sistemas de gestión de impactos ambientales y sociales, la integración de indicadores y metas en los tableros de mando, y la inclusión de funciones y competencias en perfiles de recursos humanos.
Iniciativas de gestión del entorno
El manejo de las relaciones con el entorno dentro la gerencia de sostenibilidad involucra a todas las partes interesadas de la organización, desde los clientes, proveedores de materia prima y servicios, las autoridades, las agremiaciones, la prensa, el vecindario, la comunidad y la competencia. Dentro este ámbito, la gerencia de
sostenibilidad tiene el reto de fortalecer su reputación ante ellos y percibir las nuevas tendencias que implican cambios estratégicos y ajustes operacionales para la organización. Ejemplos de iniciativas para la gestión del entorno involucran; la gestión con autoridades en cambios en la normatividad, la atracción de inversionistas
sostenibles, la integración de criterios de sostenibilidad en gestión procedimientos de selección proveedores, la preparación de informes integrales (financiero, y sostenibilidad), el desarrollo de campañas de comunicaciones, el desarrollo de alianzas estratégicas con clientes y comunidades.