8.12.11

Dinastía Familiar y Valores

Publicado Por EquipoJC on 8.12.11  | Comentarios

Los valores familiares se transfieren y permanecen inalterables a lo largo del tiempo. Contra todo los que se podría pensar a priori, las empresas familiares exitosas (en todo el mundo) están demostrando ser muy longevas.  Se trata de organizaciones que poseen una clara visión de largo plazo y una estrategia basada en la prudencia y la anticipación.
La mayoría de las empresas nacen, se desarrollan, maduran y mueren en un lapso relativamente corto. Está por demostrarse si ese periodo es más corto en las empresas familiares que en las no familiares. Lo que es un hecho es la existencia de empresas bicentenarias, o incluso más longevas; además, cuando se empieza a estudiar esos casos en profundidad, se descubre que la mayoría de empresas longevas constituyen auténticas dinastías familiares.
Principales Rasgos
La visión a largo plazo (en contraposición al cortoplacismo que impera en diversos entornos empresariales actuales) y que trasciende la propia generación, es la principal característica de las empresas familiares.
Esta estrategia se basa en la prudencia y en la anticipación, y sus objetivos no son meramente económicos, sino también sociales.
Los propietarios de estas empresas son familias que se autoimponen la obligación de transformar la sociedad a través de su instrumento de creación de riqueza.  Es un valor que tratan de transmitir de generación en generación a modo de legado trascendental.
Para las empresas familiares es importante, por supuesto, tener  el conocimiento y la experiencia necesarios para gestionar con éxito el capital financiero. Pero es igual de relevante el desarrollo del capital intelectual  y humano, y el mantenimiento de una estructura sólida y permanente de valores que se transmiten a través de las distintas generaciones.
Los Valores
Detrás de toda empresa familiar hay siempre un sistema de valores particular. Estos valores configuran la esencia de la compañía y se convierte en el elemento principal de su continuidad sobre todo en los cambios generacionales.
Este sistema se deriva de unos principios que son los que dan identidad a la familia y permanecen inalterables a lo largo del tiempo, adaptándose a las circunstancias concretas de cada generación. Los principios  son parte del “genoma”  de la propia familia y se transfieren a través de la educación de los hijos, de forma natural, pues son la esencia que configura su identidad como familia. El mantenimiento de estos principios es crucial, porque son la base para el posterior desarrollo de valores.

La Dimensión Social
La responsabilidad social interna se centra en la necesidad de consolidar un negocio próspero y viable en el tiempo;  por su parte en la dimensión externa se visualiza una preocupación permanente por el bien de la comunidad. Una de las consecuencias derivadas de la responsabilidad social externa es que aquellos propietarios interesados en objetivos no estrictamente económicos tienen, a largo plazo, una mucho menor probabilidad de verse obligados a vender la empresa que aquellos que están centrados única y exclusivamente en los dividendos y la creación de valor para el accionista. En este Punto, el sentido de pertenencia que saben de desarrollar algunas familias juega un papel fundamental.

Filantropía
En la empresa familiar, la labor filantrópica tiene un doble beneficio interno, pues facilita la cohesión familiar y también la transmisión de valores. Se trata de dos aspectos especialmente relevantes  a partir de la segunda generación.

Fuente: 
Josep Tápies  - Titular de la Cátedra de Empresas Familiar de IESE Business School (España)
Revista Business

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