28.5.14

Gestión del Riesgo Empresarial

Publicado Por EquipoJC on 28.5.14  | Comentarios

En la gestión empresarial, tradicionalmente el concepto de “Riesgo” ha estado asociado a la posibilidad de que peligros o amenazas generen daño a la organización, las personas y la propiedad y su nivel de impacto negativo. Desde esa perspectiva la definición de riesgo se ha comunicado como: Combinación de la probabilidad y de la consecuencia(s) de un evento peligroso, que está presente.

El riesgo por lo tanto está asociado a un nivel de incertidumbre respecto a peligros latentes. En el mundo moderno la incertidumbre no sólo esta asociado a temas ligados a la seguridad, sino también a la posibilidad de incumplimientos respecto a requisitos de todas las partes interesadas y a la creación de valor. Los empresarios reconocen que la gestión del riesgo no sólo está asociada a las amenazas sino también a las oportunidades, es decir asociado a la toma de decisiones empresariales en un mundo sujeto a variabilidad.
La palabra “Riesgo” viene de la raíz latina “Risicare”. En la antigüedad llamaban “Risicare” a la capacidad de navegar alrededor de un arrecife o roca. También la palabra está asociada al concepto de “atreverse”, es decir a elegir una vía de acción que puede llevar al éxito o al fracaso. Existe riesgo cuando se tienen dos o más posibilidades entre las cuales optar, sin poder conocer de antemano los resultados a que conducirá cada una de ellas.
Teniendo en cuenta lo dicho, el riesgo actúa en cuatro dimensiones:
1.- Tiempo: el riesgo siempre es asociado al futuro
2.- Certeza: ya que es asociado al futuro, existe siempre incertidumbre
3.- Resultados: los resultados inciertos pueden ser positivos o negativos y
4.- Complejidad: las multiples variables posibles generan un escenario complejo.
La gestión del riesgo es por lo tanto un tema complejo y debe ser abordado en la organización de manera seria y científica.
 Existen muchas clasificaciones de riesgo. Basado en mi experiencia en sistemas de gestión en empresas de alto riesgo, como aquellas relacionadas con la industria de la aviación, prefiero clasificar el “Riesgo” en cuatro grandes categorías:

Riesgo estratégico.- asociado a las amenazas y oportunidades transversales a la organización y relacionadas con las definiciones estratégicas, su filosofía de operación e imagen, tales como: Visión, Misión, Valores, Objetivos, Diferenciación Estratégica,
entre otras.
Riesgo de Mercado.- asociado al segmento de mercado, clientes y su percepción, productos, cobertura geográfica, marca y competencia.
Riesgo Financiero.- asociado a flujos de capital, deuda, activos, cambio de divisas, entre otros
Riesgo Operacional.- asociado a los procesos operacionales, sus elementos y sus resultados. Cada “Proceso” del Sistema de Gestión Operacional y su entorno debe ser analizado para identificar riesgos operacionales a partir de amenazas detectadas y poder evaluar el nivel de riesgo para tomar medidas correctivas y preventivas. La gestión del riesgo operacional tiene como objetivo principal asegurar la producción del producto o servicio, mediante la generación de medidas preventivas a partir de la evaluación del riesgo detectado. En el caso de empresas que ofrecen un servicio continuo o un servicio futuro (Ejemplo empresas de generación de energía eléctrica, empresas de distribución de gas domiciliario, empresas de transporte terrestre, marítimo, fluvial, o aéreo) la gestión del riesgo está asociado a mantener la continuidad y confiabilidad del servicio.

Las empresas deben gestionar sus riesgos teniendo en cuenta las cuatro categorías, desde una perspectiva estratégica, táctica y operativa. Es decir, todos los responsables de la organización deben tener métodos de gestión de riesgos para aplicarlos en su debido nivel de responsabilidad. Los gerentes a nivel estratégico, los jefes y supervisores a nivel táctico y los dueños de proceso a nivel operativo.

Las estructuras organizacionales deben considerar de manera clara los roles, autoridades y responsabilidades para gestionar el riesgo y su comunicación, así como las nuevas competencias asociadas.
El éxito de la gestión de riesgos se basa en el desarrollo de una “Cultura de la Prevención” en la organización. La prevención debe ser un valor inherente a la gestión organizacional en todos los niveles.
Esta “Cultura de la Prevención” se basa en hacer entender a todos los miembros de la organización la relevancia que tiene para el éxito de la organización en que todos sean capaces de detectar oportunidades y amenazas y puedan tomar cursos alternativos basados en la previsión y predicción, mediante información actualizada y veraz.
Desarrollar esta cultura significa actualizar tecnología, en especial sistemas de información, crear nuevos lazos sociales basados en el compartir y establecer nuevos principios o reglas de conducta que privilegien la planeación como antesala de la acción.
Para ello es necesario entender el cambio relacionado a la gestión del riesgo (ver recuadro), entendiéndose como una evolución en la organización para lograr eficacia y eficiencia, y estableciéndola como una ventaja competitiva asociada al sistema integrado de gestión para mejorar el desempeño y optimización del negocio.
Asumiendo que el riesgo cero no existe y que el riesgo es inherente a la propia actividad empresarial, conocer el mapa de riesgos de la empresa y gestionarlo de manera adecuada, no sólo es un factor de ventaja competitiva, sino que es la manera de asegurar la estabilidad y el progreso de la empresa.
Jose Castellanos.
Gerente
División Aviación y Proyectos
Internacionales - QSL Consultores.

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